miércoles, 27 de febrero de 2008

Se funden a lo lejos cielo y mar

Se funden a lo lejos cielo y mar
trayendo esos recuerdos que no quiero recordar
llenando con silencio mi pesar
haciendo que no pueda olvidar
personas que no supe conquistar
anhelos que no pude concretar

Se funden a lo lejos cielo y mar
heridas que no paran de sangrar
dolores que no puedo controlar
sonrisas que no pude conquistar
silencios que no puedo evitar

Se funden a lo lejos cielo y mar
personas que no quiero olvidar
recuerdos que aunque duelan siempre están
y perdidos en mi mente morirán

Otra de mi ocurrencias gracias a la música. Esta vez debo agradecer a la gente de Carajo y a su tema "De frente al mar" del disco "Atrapasueños" que fue lo que provoco esto.

Saludos.

martes, 12 de febrero de 2008

Algo bien nuestro

Nunca deja de asombrarme como algo tan insignificante como un pequeño pedacito de papel, puede llegar a causar tantas alegrías o también tantas tristezas. Sin importar el resultado, cuando menos lo esperas, desde un cuadernos, desde un libro, o en este caso desde una agenda ese pedacito de papel cae y por unos segundos te transforma. Al principio quizás ni recuerdes sobre que trata, pero enseguida te acordas y reis o lloras. Podes estar un bun rato sentado recordando, momentos, historias, personas, conversaciones que ya pasaron y que por circunstancias de la vida uno no se detiene a recordarlas.
Para mi ese pedacito de papel, significo alegría, un monton de recuerdos que estaban en el olvido, un montón de amigos que estaban en el olvido.

Sentado recordando, me puse a ojear la agenda y entre las pocas cosas anotadas, encontre estas frases que había leído de un disco "11 Canciones en el Área" de Contrafarsa & Mauricio Ubal.
Realmente me ponen la piel de gallina leerlas, como creo que a cualquier Uruguayo/a, porque tratan de algo bien nuestro, de esa relación amor/odio que tenemos con el fútbol.
Me gustaría compartirlas con ustedes, así que aquí van..

"Seis de la mañana y, en algún lugar del mundo muy lejano: un partido de fútbol y una camiseta que se entreveran con el color del cielo. Pasan once caras y yo balbuceo el himno con el mate, la radio y mi gorrito cabalero hasta las orejas, sentado frente a la TV..."


"La fama es puro cuento. Hoy hay luces y micrófonos, mañana un vestuario frío y húmedo. No te comas la comida: la fama fue y será puro cuento..."

"Llegó el punto en que los fracasos nos hicieron creer que ya estaba, que no podíamos, que nunca le íbamos a ganar a nadie... Los cracks se habían muerto, pero los mitos estaban demasiado vivos... En ese momento, alguien puso en la cancha a once chiquilines de cabecita levantada, les quitó la mochila de la responsabilidad histórica y los convenció de que esto es un juego y adentro de la cancha somos once contra once...
Siendo así, ¿quién le dice...?"

"No hay nadie más incondicional que ellos, Estan siempre. Son los verdaderos dueños. Los dirigentes pasan, los jugadores también, pero el hincha se queda, mordiendo la bronca atrás del alambrado, toda la vida..."

"Sutilezas, filigranas, detalles exquisitos. Encare, mago.
Dibuje, maestro. Sorpréndame una vez más... ( y yo, sentado en la Amsterdam, tercer anillo, también me voy a pasear con el jas derecho atrás de tus amagues...)"

"Se abre el túnel; se corre el telón.
Explota la tribuna; delira la platea.
Suena el silbato; se escucha un "tré"
Ya lo dijo aquella murga: el fútbol y el carnaval son pasión de multitudes."


Espero les gusten como a mi.

Saludos.

domingo, 10 de febrero de 2008

A better man

I'm still here,
thinking about the same stuff
wishing I was someone better
wishing I was someone else

But it doesn't matter how much I try
it doesn't matter how much I want
I can't never forget my memories
I can't never forget the past

Now it's time to think about the future
Now it's time to make a change
So I can be a better person
So I can be a better man


Algo que se me ocurrió escuchando a Eddie Vedder en la banda sonora de Into the Wild.

Saludos.

lunes, 4 de febrero de 2008

La Rutina

7:00 a.m. suena la alarma.
Con el reloj a unos pasos de la cama, me levanto, camino hasta el reloj, en el display dice 7:10, (siempre adelante el reloj despertador 10 minutos), lo apago, vuelvo a la cama.

7:10 a.m. suena la alarma del celular.
Abro los ojos y apago el celular que esta al lado de mi almohada. Me vuelvo a dormir.

7:50 a.m. me levanto.
Me siento al borde de la cama, me pongo las medias, el pantalón, me calzo los zapatos.
Voy al baño, me cepillo los dientes, me peino

8:00 a.m. me termino de vestir.

8:10 a.m. preparo el mate.
Reviso la mochila, me pongo los auriculares prendo el mp3.

8:15 a.m. salgo de casa.
Camino hasta la parada, saludo al vecino que pasea el perro.

8:20 a.m. llego a la parada.
Me recuesto contra el muro a esperar el omnibus.
Siempre esta la misma gente esperando el mismo omnibus.

8:25 ~ 8:30 a.m. llega el omnibus.
Pago el boleto, voy al fundo, generalmente nunca me siento a menos que venga bien vacío, siempre me quedo en el descanso al final del omnibus.
3 paradas luego miro hacía al frente a ver si se sube una chica. Nunca va hasta el fondo, siempre se queda por la mitad del omnibus esperando que alguien se pare para tomar el asiento.

8:45 ~ 8:50 a.m. llego al trabajo.
Me bajo del omnibus, camino 50 metros hasta el trabajo. Me quedo en la puerta hasta 8:55 a.m.

8:55 a.m. entro al edificio.
Subo al ascensor hasta el tercer piso. Saludo a mis compañeros, guardo la comida en la heladera.

9:00 a.m. me siento en mi escritorio.
Prendo la máquina, enchufo los auriculares y pongo música.
Reviso el correo.

9:05 a.m. comienzo a trabajar.
Comienzo con la/s tarea/s que tenga asignada/s.

12:15 p.m. voy a almorzar.
Subo al quinto piso a almorzar con mis compañeros.

13:00 p.m. vuelvo a mi escritorio.
Sigo con el trabajo.

17:45 p.m. me voy para casa.
Me pongo los auriculares, prendo el mp3, bajo por el ascensor y voy a la parada.

17:50 p.m. llego a la parada.
Siempre la misma gente esperando el omnibus.

17:55 p.m. llega el omnibus.
Pago el boleto, voy al fondo, generalmente me siento en los últimos asientos si estan vacíos, sino me quedo en el descanso.

16:15 p.m. llego a casa.
Me bajo del omnibus y camino a casa.

Es esto es lo que quiero para el resto de mi vida?

domingo, 3 de febrero de 2008

I now walk into the wild II

Luego de meses de esperar, luego de meses de escuchar a Eddie Vedder, llego el día tan esperado. Acabo de mirar la película y no quiero perder estas ideas.
Hace un tiempo que en mi mente vengo jugando con la idea de libertad, y en la película veo representado todo aquello en lo que pienso.

No añoro ir a vivir a alaska ni mucho menos, pero si añoro ese tipo de libertad que alaska representa. Un lugar donde puedo hacer lo que quiero, donde no tengo que rendirle cuentas a nadie, un lugar donde nadie espera nada de mi, donde no puedo defraudar a nadie, donde nadie me presiona.

Quizás sea un sueño estúpido, que probablemente nunca llegue a concretar, quizás mi tiempo para hacerlo ya pasó, todo esto me pregunto y nosé como responderlo. Quizás si viviera en un país donde estuvieras obligado a madurar a un edad tan temprana sería más fácil, quizás si armara la mochila ahora podría empezar el viaje, no lo se.

Espero algún día poder contestarme estas preguntas, espero algún día vivir una experiencia similar, pero lo que más quiero es vivir en libertad...

miércoles, 16 de enero de 2008

Historias de un loser II

Para contarles esta historia, debo remontarme unos años atrás, al 4 de Octubre del 2006, día en el que se festeja mi cumpleaños.
Por aquella época, mi vida se repartía básicamente en 2 trabajos, ambos de medio horario, los cuales para mi conveniencia se ubicaban en extremos opuestos de la ciudad, hablando de comodidad, no?... Para que se hagan una idea, de mañana debía ir al trabajo en la zona del puerto y luego del mediodía tenía que ir al otro trabajo que quedaba prácticamente en las afueras de la ciudad, en dirección para el interior.

Digo que mi vida se repartía entre estos trabajos, ya que mi rutina diaria consistía en, levantarme cerca de las 7 a.m., para llegar al trabajo a las 8 a.m., previo viaje en ómnibus de unos 40 minutos aproximadamente. Si bien disponía de varias líneas de ómnibus para ir al trabajo y la frecuencia entre uno y otro no superaba los 10 minutos, siempre llegaba justo de hora para la entrada ya que debido al congestionamiento con el que pasaban los ómnibus, muy pocos paraban cuando les hacía señas.

Hay una frase en inglés, no se como se traduce al español, pero la misma dice "when it rains, it pours". Lo que quiero decir con esto, es que hay momentos en los que hasta incluso tengo un poco de buena suerte, pero cuando empieza la mala suerte viene toda junta. Porque digo esto, porque, antes de conseguir ese segundo trabajo, yo entraba a trabajar de mañana a las 9 a.m. y siempre llegaba con tiempo e iba sentado.

Volviendo a la historia, debo reconocer que no todo fue malo durante esos 3 meses que trabaje en los 2 lugares. Llegar tan temprano al trabajo tenía sus beneficios, silencio total y absoluto, ni un alma que me molestara, ningún teléfono que sonara interrumpiendo mi ritual matutino, el cuál consistía básicamente en hacer pequeñas cosas que no podía hacer durante el resto de la mañana, como tomar mate escuchando la música a full, y me refiero a full que hasta el cuidador del piso de abajo tuvo que decirme que la bajara un par de veces jeje.
Pero eso era hasta las 9 a.m., luego era un mundo totalmente distinto, cuando llegaban la mayor parte de las otras 149 personas que trabajaban en el lugar.

Durante el correr de la mañana realizaba las tareas que tenía encargadas, hasta las 13 horas, hora en la cuál comenzaba la travesía diaria, de recorrer todo Montevideo para llegar al otro trabajo a las 14 horas, pero bueno todo sea por un futuro mejor jaja

Una vez que el reloj marcaba las 13:00 p.m exactas, yo salía por la puerta en busca del ómnibus ya que si lo perdía, me era imposible llegar en hora. Luego que salía, tenía 2 opciones: ir a la parada de ómnibus y esperar uno que supuestamente pasaba 13:20 y llegar justo de tiempo, o caminar unas cuantas cuadras hasta una terminal de ómnibus interdepartamentales que salían cada 5 minutos y llegar con tiempo de sobra, buena opción salvo que estábamos en verano y caminar al rayo del sol no cargado con la mochila y el mate no es de mi agrado.

Una vez que llegaba, solo debía esperar a que pasara la tarde y fueran las 6 p.m., para emprender el retorno a casa en un lindo viaje de casi una hora, el cuál ni siquiera me dejaba cerca de casa, debía caminar unas 5 cuadras.

Esta básicamente era mi rutina diaria, hasta que llego el 4 de Octubre, día de mi cumpleaños. Ese día había arreglado para intercambiar los trabajos, ir de mañana al que generalmente iba de tarde ya que debía llevar una torta para festejar. Además había arreglado en casa para ir en auto ya que luego del trabajo teníamos planeado con mis compañeros salir a tomar algo. A fin de cuentas teníamos todo planeado, solo restaba que yo llegara al trabajo sin problemas...

Llego el gran día, me levante y me dirigí al trabajo, transcurrió la mañana sin peripecias, con el correr de los minutos iban llegando el resto de los compañeros/as, saludos, típicos chistes de vejez, etc, así transcurrió el resto de la mañana en un aire bastante jocoso. Llego el mediodía recogí mis cosas, salude a la gente y me fui, ya que debía primero ir a conseguir una torta y luego ir al otro trabajo. Por suerte, hay un supermercado cerca, compré la torta y en cuestión de minutos ya estaba en viaje. Como era un lindo día, había decidido ir por la rambla ya que las calles por ahí son menos congestionadas, hay menos semáforos y el paisaje es más atractivo.

Uno de los tantos atractivos del paisaje, como no podía ser de otra manera son las mujeres, por lo que no perdía oportunidad de observar cuanta chica se paseaba cuál si fuera una pasarela por la rambla. Luego de unos minutos, una chica atrajo mi mirada, fue un segundo el cuál recuerdo hasta el día de hoy, ya que al voltear la mirada otra vez hacía adelante, se encontraba frente mío otro auto, al parecer el individuo era amanerado ya que no siguió la conducta universal de todo hombre, de mirar cuanta chica linda pase por delante, y cruzó en buena ley con el semáforo en verde (a su favor) justo en el momento que yo recobraba la cordura, para provocar así una colisión que arruinó totalmente cualquier esperanza de pasar un feliz cumpleaños. Se ve que el muchacho estaba comiendo bastante bien, porque no me lo explico sino.

El choque en si, no fue para tanto, si bien se rompieron un poco los autos, ninguno salió lesionado.
Luego de comprobar que el muchacho del otro auto no estaba lesionado, mi primera reacción fue tomar el celular para avisar en casa y luego llamar al seguro. Llamo a casa, atiende mi madre le comento que por esas casualidades choqué y tuuu tuuu, aunque no lo crean me quedo sin saldo en el celular, sin posibilidad ni de mandar mensajes de texto, para colmo no tenía el número gratuito de la compañía de teléfono para cargar saldo. Sólo me faltaba lastimarme, que mala liga, la pu....

Luego de unos minutos, me llamaron desde casa, llamaron al seguro, etc, lo típico en estas situaciones. Al cabo de media hora ya estaba pronto para seguir el camino hasta el trabajo, con el auto roto pero funcionando, me pongo el cinturón de seguridad, precaución ante todo, más luego de un choque jaja, fue en eso cuando un pensamiento invadió mi mente, la torta!!!, miro para el asiento de atrás y ahí estaba, para mi suerte a la sombra cubriéndose del sol, dada vuelta en el piso jeje, la levanté la volví a poner a la sombra, esta vez sobre el asiento y arranqué para el trabajo.

Como se podrán imaginar no estaba de humor como para festejar el cumpleaños, igual se hizo lo que se pudo, comimos la torta y luego salimos a tomar algo a la rambla, por suerte esta vez no deje que nada me distrajera, pero como no podía ser de otra manera, luego de un día de calor extremo, al llegar a la rambla al cabo de unos minutos se largo a llover, increíble sólo a mi me pasan estas cosas.

A todo esto, la chica ni siquiera se quedo a ver el choque, que mala liga...

Saludos.